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Normas ISO: La historia detrás de los estándares que controlan tu mundo

  • Foto del escritor: Daniel Ramírez
    Daniel Ramírez
  • 7 nov 2024
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 5 ene


Sí, esas normas ISO de las que escuchas en todas partes no son solo palabras de moda en tu oficina o un requisito más para ganar contratos. Las Normas ISO son el sistema que asegura que la calidad, la seguridad y hasta la "satisfacción del cliente" en las empresas cumplan con un nivel mundialmente aceptado. Pero, ¿de dónde vienen estas normas y cómo se convirtieron en la autoridad global de "hacer las cosas bien"? Te cuento aquí todo, con algo de sarcasmo incluido.





Todo comenzó en la guerra


Así es, como muchos de los grandes "avances" de la humanidad, la idea de las normas ISO surgió en la Segunda Guerra Mundial. En los años 40, los soldados intercambiaban armas y suministros entre países aliados, pero había un gran problema: todo tenía tamaños y formatos distintos. Las herramientas inglesas no encajaban en el equipo francés y viceversa. Fue entonces cuando pensaron: "Oye, ¿y si todos fabricamos las cosas igual?".


La creación de la ISO: más que solo papeles y sellos


Después de la guerra, en 1946, se reunieron 65 delegados de 25 países en Londres y fundaron la Organización Internacional de Normalización (ISO). No, “ISO” no es un acrónimo aburrido; viene del griego “isos”, que significa “igual”, porque, en teoría, lo que querían era igualdad en los estándares de productos y servicios.

La ISO comenzó oficialmente en 1947 y hoy coordina más de 30,000 normas en áreas tan variadas como la construcción, tecnología, medicina y hasta la reducción de la pobreza (sí, suena raro, pero ellos lo intentan). Actualmente, esta organización está presente en 159 países y trabaja entre el sector público y el privado para que las normas se mantengan actualizadas.


ISO 9001 y su obsesión con la calidad y la "satisfacción del cliente"


Aunque existen muchas normas ISO, las más populares son las de la serie ISO 9000, que incluyen a la famosa ISO 9001. Si alguna vez te has preguntado por qué a tu jefe le importa tanto que la empresa tenga este sello, la respuesta es simple: una certificación ISO 9001 significa que la compañía cumple con ciertos estándares de calidad y que se preocupa (supuestamente) por la satisfacción del cliente.


La ISO 9001 tiene su origen en estándares de calidad para armamento militar desarrollados por la OTAN y el Departamento de Defensa Británico. Esta serie se publicó por primera vez en 1987, con la promesa de que mejoraría la calidad en cualquier empresa que la implementara. Claro, cada vez que sacan una nueva versión (como la de 2015), los cambios vienen acompañados de grandes titulares y la promesa de un compromiso mayor con la calidad y el cliente.


¿Por qué las empresas quieren tanto una ISO 9001?


Para muchas empresas, tener la certificación ISO 9001 es una especie de carta de presentación, casi como un "permiso oficial" para vender. De hecho, hoy en día, hay clientes que solo negocian con proveedores que cuentan con este certificado. Tener el sello es como decir: “¡Oye, somos profesionales de verdad y cumplimos con los mejores estándares del mundo!”.


Además de la ISO 9001, en 2018 se lanzó la ISO 9004, que va un paso más allá y se centra en medir la eficiencia y la eficacia del sistema de gestión de calidad. Esta norma ayuda a las empresas a garantizar que no solo están cumpliendo con los estándares, sino que realmente hacen un esfuerzo por mejorar sus procesos y satisfacer a sus clientes (aunque tú y yo sabemos que eso no siempre se cumple).


Certificación y el mundo moderno de la calidad


Hoy en día, muchas personas trabajan como coordinadores de gestión de calidad o especialistas en ISO, y se especializan en estas normas. Algunas áreas, como la automotriz, tienen otras normas específicas, como la IATF 16949, que lleva el control de calidad a un nivel aún más obsesivo. Porque, claro, en ciertos sectores, cumplir con normas ISO simplemente ya no es suficiente.


¿Qué significa todo esto para nosotros?


Cada vez que escuchas que una empresa está certificada en ISO 9001, ten en cuenta que detrás hay una historia de guerra, burocracia y estándares que han evolucionado a lo largo de décadas. Sí, las normas ISO ayudan a mejorar la calidad y garantizan que las empresas se tomen en serio la satisfacción de sus clientes (¡o al menos, que lo parezca!). Pero, al final del día, es bueno recordar que la calidad es solo un concepto si no se aplica bien.


¿Tienes alguna experiencia con normas ISO en tu empresa? ¿Crees que realmente mejoran la calidad o solo cumplen con la burocracia? ¡Déjalo en los comentarios! Y si quieres más contenido sobre calidad, satisfacción del cliente y otros temas industriales, sigue navegando en el blog y comparte este artículo con tus amigos.



Referencias





 
 
 

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